Por: Dra. Margarita Charris
Pediatra – Neonatologa
La lactancia materna está rodeada de muchos mitos que pueden generar dudas y miedos en las nuevas madres. Sin embargo, entender lo que realmente ocurre durante este proceso es clave para tener una experiencia de lactancia exitosa y sin dolor.
¿Sabías que lactar no debe doler? Si has escuchado lo contrario, es hora de desmentir algunos de los mitos más comunes y descubrir las verdades detrás de la lactancia.
Mito 1: “Si lactar duele, es normal”
Verdad: Lactar no debe doler. El dolor es generalmente un indicio de que algo no está funcionando correctamente, como un mal agarre del bebé. Para evitar este problema, es fundamental asegurarse de que el bebé abra bien la boca y que sus labios estén evertidos (hacia afuera) al succionar. Un buen agarre es clave para una lactancia sin dolor.
Mito 2: “El tamaño de los senos influye en la producción de leche”
Verdad: ¡Falso! La producción de leche no depende del tamaño de los senos, sino de la frecuencia y la eficacia con que el bebé succione. Cuanto más se estimula el pecho, mayor será la producción de leche. Así que no te preocupes si tus senos son pequeños; lo importante es que el bebé esté bien alimentado.
Mito 3: “El calostro no es suficiente para alimentar al bebé”
Verdad: El calostro, producido en los primeros cuatro días después del parto, es esencial para el recién nacido. Aunque se produce en pequeñas cantidades, está cargado de nutrientes y anticuerpos que protegen al bebé en sus primeros días de vida. Colocar al bebé al pecho cada dos horas asegura que reciba todo el calostro que necesita.
Mito 4: “No debo amamantar si estoy enferma”
Verdad: Muchas madres creen que deben dejar de amamantar si tienen un resfriado o gripe. La verdad es que, salvo en casos extremos donde hay dificultad para respirar o tos muy intensa, no hay necesidad de interrumpir la lactancia. De hecho, continuar amamantando es beneficioso para el bebé, ya que recibirá anticuerpos a través de la leche materna. Solo asegúrate de tomar precauciones como usar tapabocas y lavarte las manos con frecuencia.
Mito 5: “La leche de transición es igual que la leche materna”
Verdad: Después de los primeros cuatro días, la leche de transición comienza a reemplazar al calostro. Esta leche es más rica en calorías y es la preparación para la leche materna madura, que se establecerá después de unas semanas. Durante esta transición, es normal que los senos se sientan más duros y congestionados, pero esto es parte del proceso natural.
Desmitificar la lactancia es el primer paso para asegurar que tanto la madre como el bebé disfruten de este proceso tan importante. Recuerda, la lactancia debe ser una experiencia placentera y saludable para ambos. Con la información correcta, puedes derribar los mitos y concentrarte en lo más importante: alimentar y conectar con tu bebé.