¿Qué es el cáncer de mama?
El cáncer de mama aparece cuando algunas células de la mama crecen de manera anormal y forman un bulto o tumor. Es el cáncer más frecuente en las mujeres, pero si se detecta a tiempo, más del 95 % de los casos pueden curarse.
¿Cómo puedo detectarlo a tiempo?

La detección temprana es la clave. Entre más pequeño se descubra un tumor, más sencillo y menos agresivo será el tratamiento.
• Autoexploración: conoce tus mamas. Si notas un bulto, retracción, secreción o cambio de forma, consulta al médico.
• Examen clínico: realiza un chequeo con tu especialista al menos una vez al año.
• Mamografía: es el examen más importante. Se recomienda una vez al año desde los 40 años, o antes si hay antecedentes familiares.
• Ecografía o resonancia: se utilizan en algunos casos como complemento.
Detectar el cáncer cuando aún no se siente es lo que realmente salva vidas.
Factores que aumentan el riesgo
No todos los casos tienen una causa clara, pero hay factores que pueden incrementar el riesgo:
• Tener más de 40 años.
• Tener familiares (madre, hija o hermana) con cáncer de mama u ovario.
• Sobrepeso, consumo de alcohol o cigarrillo.
• No haber tenido hijos o tenerlos después de los 35 años.
• Uso prolongado de terapia hormonal o exposición prolongada a estrógenos.
• Mutaciones genéticas como BRCA1 o BRCA2 (detectables mediante pruebas de ADN).
Recordemos que tener un factor de riesgo no significa tener cáncer, pero sí obliga a cuidarse más.
Tipos de cáncer de mama
Existen varios tipos, pero lo más importante es saber que cada uno tiene tratamientos y pronósticos diferentes:
• Hormonosensible: crece por acción de las hormonas femeninas y responde bien al tratamiento hormonal.
• HER2 positivo: es más agresivo, pero actualmente cuenta con medicamentos muy efectivos.
• Triple negativo: no tiene receptores hormonales ni HER2; se trata principalmente con quimioterapia.
• In situ o temprano: detectado a tiempo, suele ser curable con cirugía conservadora.
Tratamientos

Cada mujer recibe un tratamiento personalizado. Los principales son:
• Cirugía: en la mayoría de los casos se puede conservar la mama (ya no siempre se requiere mastectomía).
• Radioterapia: elimina posibles células que queden después de la cirugía.
• Hormonoterapia: bloquea las hormonas que estimulan el crecimiento del tumor.
• Quimioterapia o inmunoterapia: se utilizan según el tipo y tamaño del tumor.
• Terapias dirigidas: actúan únicamente sobre las células cancerígenas, con menos efectos secundarios.
Gracias a los avances actuales, los tratamientos son cada vez más efectivos y menos agresivos.
¿Por qué es tan importante la detección temprana?
Porque cuando se descubre un tumor pequeño:
• La cirugía es más sencilla.
• Se evita o reduce la quimioterapia.
• Hay mejores resultados estéticos.
• La posibilidad de curarse es muy alta.
Detectarlo tarde significa tratamientos más largos, más duros y con menores probabilidades de curación.
Consejos para cuidar tus mamas
• Hazte la mamografía anual desde los 40 años.
• Mantén un peso saludable.
• Aliméntate bien y haz ejercicio con regularidad.
• Evita el cigarrillo y limita el consumo de alcohol.
• Consulta si notas cualquier cambio.
• Si tienes antecedentes familiares, solicita una valoración genética.
El cáncer de mama no siempre se puede prevenir, pero sí puede descubrirse a tiempo.
Hablar del tema, realizar los controles y perder el miedo a la mamografía salva vidas.
Cuida tus mamas, cuida tu vida.