Laura Margarita Bolaño Guerra
Oncóloga Clínica
El cáncer de piel es una de las causas más comunes de cáncer a nivel mundial. Se produce por el crecimiento anormal de las células de la piel.
Existen 3 tipos principales de cáncer de piel:
• Carcinoma basocelular
• Carcinoma escamocelular
• Melanoma
El tipo melanoma representa el 30% de los casos y es la forma más agresiva de esta enfermedad.
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar cáncer de piel?
El principal factor de riesgo es la exposición a la luz solar (Rayos ultravioleta), por lo que el antecedente de quemaduras solares, vivir el climas soleados o en grandes alturas, el uso de cámaras de bronceo, la exposición crónica al sol durante el transcurso de muchos años, y tendencia a quemarse son factores de riesgo para desarrollar cáncer de piel.
Si bien las personas de piel clara (blancos, ojos claros y cabello rubio/rojizo) tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel, este también pude desarrollarse en personas de tez oscura. Otros factores de riesgo incluyen la presencia de lunares, antecedentes familiares de cáncer de piel, exposición a ciertos tóxicos ambientales, radiación ionizante y un sistema inmune suprimido.
¿Cuáles son las localizaciones más comunes del cáncer de piel?
El cáncer de piel se puede presentar en cualquier parte del cuerpo. Se desarrolla comúnmente en zonas de la piel expuestas al sol como cuero cabelludo, rostro, frente, nariz, labios, piel del escote, etc. También puede ocurrir en zonas ocultas (palmas de las manos, plantas de los pies, piel de bajo de las uñas y áreas genitales).
¿Cuáles son las características que nos hacen sospechar de un posible cáncer de piel?
• Carcinoma basocelular: lesiones planas, ulceradas, sangrantes que se curan y regresan.
• Carcinoma escamocelular: manchas o nódulos, de color piel, rosa o rojo que crecen de manera progresiva, se ulceran y sangran con traumatismos mínimos, en zonas expuestas al sol.
• Melanoma: puede originarse de piel normal o de un lunar pre-existente. Áreas grandes de color marrón con pintas oscuras. Lunares que cambian de color, tamaño o apariencia y que sangran fácilmente. Lesiones pequeñas con bordes irregulares y que cambian de color.
Ante cualquier cambio en la piel sospechoso, debes acudir a valoración por un médico especialista en piel. En general el diagnóstico se realiza al examinar la piel y tomar una biopsia corroborando la presencia del tumor. El tratamiento va depender del tipo de cáncer de piel, la localización de la lesión, la extensión local de la enfermedad y la presencia o no de enfermedad a distancia.
Los cánceres de piel no-melanomas, tienen poco potencial de metástasis, pero pueden ser múltiples, tienden a crecer localmente y pueden reaparecer a lo largo del tiempo. Usualmente el tratamiento consiste en resección quirúrgica de la lesión. En tumores de mayor tamaño o profundidad, se puede administrar cremas tópicas, radioterapia y algunas formas de luz llamada terapia fotodinámica.
¿Cómo reducir el riesgo de cáncer de piel?
Se puede reducir el riesgo de padecer cáncer de piel, limitando o evitando la exposición a la radiación UV (evitar exposición solar entre las 10 am y 4 pm donde los rayos solares son más fuertes). Uso frecuente de bloqueador solar y medidas de protección física (sombreros, lentes de sol, sombrillas etc.). Evitando uso de cámaras de bronceo. Revisando la piel de manera periódica para detectar cambios sospechosos tempranos.
¿Cuándo debes consultar a un médico?
No todos los cambios de la piel son causados por cáncer de piel. Pero si notas aparición de un lunar en palmas/plantas o en región genital, o notas cambio en la apariencia de algún lunar pre-existente (Asimetría, Bordes irregulares, varios Colores, aumento del Diámetro y Evolución crecimiento a lo largo del tiempo).